29 de junio de 2010

Eliminados con dignidad: Brasil 3-0 Chile


Todos sabíamos que enfrentar  a Brasil en una Copa del Mundo era una misión muy dificil, por no decir imposible. Sin embargo, la gran campaña efectuada por Marcelo Bielsa a cargo de la selección nacional nos hacía soñar que todo era posible. No importaban las derrotas del mundial del 62´ o la del 98´, ni tampoco las 6 goleadas consecutivas que nos encajaron los cariocas, ni mucho menos los 5 títulos mundiales de nuestros rivales. Por un momento, pensamos que Sudáfrica sería tierra prometida y que a punta de corazón lograríamos la hazaña.

Pero, a pesar de comenzar muy bien el partido, sufrimos un duro y anunciado golpe. Centro brasileño al área y apareció totalmente destapado Juan para clavar con la cabeza un disparo en el corazón de todos los chilenos y en el  ángulo derecho de Claudio Bravo, claro.  Trancurría el minuto 35 y sufríamos una derrota dolorosa, pues sentíamos que las esperanzas se esfumaban.

La  ilusión de ganar se fue definitivamente 3 minutos más tarde. Contragolpe letal de los cariocas, Kaká habilitó a Luis Fabiano, y el delantero no falló ante la esteril salida de Claudio Bravo. 2-0 para los brasileños, partido cerrado al estilo de Dunga. Sin jugar bien, sin brillar y en extremo pragmático. Nada que hacer.

Nos dimos por perdidos y de ahí en más nuestro pensamiento fue el de disfrutar cada pelota, pues mal que mal estábamos en una Copa del Mundo. En la segunda etapa ingresó Valdivia, Brasil le puso freno al acelerador y Chile bien pudo obtener un merecido descuento. Sin embargo este gol tan anhelado no llegó y fueron los "reyes de la samba", quienes liquidaron las acciones. Nuevamente a través del contragolpe, Ramires eludió a 3 rivales nacionales antes de entregar a Robinho, quien sólo tuvo que empujar el balón al arco de Bravo  para decretar el 3 a 0 definitivo. Rotundo, categórico,efectivo, letal.

Con un 0 a 3en contra no había nada que hacer. El encuentro estaba totalmente sellado,por lo que los minutos finales solo sirvieron para disfrutar viendo a La Roja en un mundial tras 12 años de ausencia. Con el pitazo final del juez inglés Howard Webb, se acabaró la ilusión chilena de llegar aún más alto en Sudáfrica. Llegó el momento de armar las maletas, emprender el rumbo hacia casa y estudiar la continuidad de Marcelo Bielsa en la banca. De seguro, el recibimiento para estos 23 guerreros será caluroso y todos deseamos que el rosarino siga transformando nuestro balompié.

La transformación la observamos en algo tan simple como el llanto de Arturo Vidal al finalizar el cotejo. A diferencia de lo sucedido en Francia 1998, los jugadores chilenos no corrieron a intercambiar camiseta con el jugador de moda, sino que lloraron por la derrota. Aquellas lágrimas reflejan el hambre de triunfo de nuestros muchachos, quienes no se sintieron conformes por esta actuación. Ellos iban por más y ese ímpetu es el que todo hincha agradece. En este momento, no queda más que rendirle tributo a la gran campaña que se efectuó en el continente negro, ya que si bien se cumplió una campaña similar a la del 98´, hoy regresamos a Chile con la cabeza en alto y con la misión cumplida. Es decir, eliminados con dignidad.

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