28 de abril de 2009

Todo Vale


No se jugó un buen partido, pero se cumplió el objetivo. De esa forma se puede definir, de un modo simple, lo que consiguió este martes la Universidad de Chile en su visita a Cochabamba. Pues sin lucir y, aprovechando las licencias que dio un rival sin jerarquía, los universitarios vencieron por 2 a 1 al Aurora y accedieron a la siguiente fase de la Copa Libertadores de América.

Los azules viajaron con la ilusión de obtener los pasajes a octavos de final y para ello necesitaban de una victoria de Gremio sobre Boyacá Chicó en Porto Alegre. Aquello se empezó a forjar de manera temprana, pues antes de los 20 minutos los Gauchos se imponían por 2 a 0 a los cafeteros. Eso no tranquilizaba a Sergio Markarián del todo, pues la U no era capaz de superar en el marcador al elenco boliviano.

En el estadio Felix Capriles de Cochabamba todo estaba igualado. Abrió la cuenta Marco Estrada a los 14 minutos con un espectacular tiro libre, sin embargo Aurora no tardó en emparejar las cifras. Miguel Paredes superó en el juego aéreo a los zagueros azules y, de espaldas al arco, batió al portero Pinto para decretar el 1 a 1.

Universidad de Chile se vio afectada con este gol y en el primer tiempo renunció a atacar. Los bolivianos dominaron las acciones y bien pudieron irse en ventaja, pero la U técnicamente era superior y eso lo sabían sus jugadores.

Sin sufrir no vale

La U salió a la cancha con las ganas de revertir la situación. Pero nada más era eso, pues futbolísticamente se observó un equipo perdido en la cancha, sin ideas claras y sin la profundidad necesaria para superar al arquero rival. El primer intento concreto por marcar el 2 a 1 lo tuvo Manuel Villalobos a los 55 minutos, cuando eludió a 2 zagueros rivales dentro del área y remató al pórtico. Su lanzamiento fue desviado por un defensa y no generó peligro.

El clima era tenso y se notaba. Aparecían los fantasmas, pues estaban todos los ingredientes para que la U avanzara de fase, pero en la cancha nada de eso pasaba. Se temió lo peor, cuando debió salir Walter Montillo o cuando ingresó Nelson Cuevas y no se acomodaba a la cancha. Sin embargo, de pronto cambió la historia.

A los 73 minutos, Juan Gonzalez ganó un cabezaso sólo en área rival y decretó el 2 a 1. Fue un desahogo para los azules y así lo demostraron los jugadores, al correr a abrazar al zaguero. La leche estaba casi cocida, pues quedaban sólo 15 minutos de partido y se debía mantener el marcador.

En ese intervalo de tiempo pasaron muchas cosas. Desde la posibilidad que la U aumentara su diferencia, hasta que Aurora empatara. Esta situación mantuvo el "alma en un hilo" en las huespes azules, pues hasta que el juez dio por finalizado el encuentro, no llegaron los aplausos. Ante la exigencia Miguel Pinto respondió, además tuvo la suerte de su lado, ya que José Rojas casi convierte un autogol en el minuto 93. En ese momento todo se volvió oscuro y aparecieron los fantasmas del mal endémico, sin embargo cuando el balón estaba fuera todos corrieron a abrazarse porque comenzaba la fiesta.

La U venció a Aurora en Cochabamba y abrochó su paso a octavos de final con 10 puntos. Si hablamos de fútbol, hay que señalar que sufrir está inserto en el ADN de nuestra raza. Ayer Universidad de Chile, pero la alegría finalmente llegó. Sergio Markarián llegó a nuestro país con un objetivo y hoy 29 de abril, posiblemente podrá exclamar: Misión Cumplida. No importa como, porque en la guerra, en el amor y en el fútbol, todo vale.



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