12 de abril de 2010

El clásico porteño fue absolutamente verde

Santiago Wanderers y Everton se volvieron a enfrentar tras 3 años, en una nueva versión del clásico porteño. Con un estadio Playa Ancha repleto, los elencos más populares de la quinta región brindaron un encuentro muy emotivo, pero malo en lo futbolístico. Los viñamarinos vieron con 9 hombres como los caturros se llevaban una nueva victoria, en un enfrentamiento que ya refleja una paternidad panzer.


Se jugaban apenas los 7 minutos y Wanderers ya equilibraba la balanza a su favor. Un tiro libre perfecto de Rodrigo Barra pegó en la espalda de un defensor ruletero y se introdujo en la portería de Gustavo Dalsasso. Ya se vivía la fiesta en Valparaíso, pues tempranamente los caturros se ponían en ventaja.

Los instantes posteriores del primer tiempo, no tuvieron mayores emociones. El jugador más movedizo de los caturros fue Rubén Darío Gigena, quién en el minuto 42 remató 2 veces ante la salida de Dalsasso. El golero ruletero entregó rebote y permitió la aparición de Carlos Muñoz, quién sacó un globo perfecto para dejar el marcador 2 a 0 en favor de Santiago Wanderers.

Los evertonianos sintieron que el partido se les iba de forma definitiva, cuando quedaron con 10 hombres. Cuando comenzaba el segundo tiempo, Nicolás Freitas golpeó por detrás a Carlos Muñoz sin pelota y fue inmediatamente expulsado por el juez Pablo Pozo. Nelson Acosta intentó efectuar algunos cambios para remediar la situación, pero se notó la falta de plantel, pues en el banco no hubo ningún jugador ruletero capaz de cambiar la historia.

Cuando Francisco Sánchez fue expulsado, muchos hinchas de Everton abandonaron el estadio. Los “pecho amarillo” se quedaron con 9 jugadores, a 13 minutos del final, por lo que dar vuelta el resultado se tornó una utopía. Aún así pudieron descontar, mediante un cabezazo de Mauro Guevgoezian que pegó en el travesaño.

Sobre el final, los porteños pudieron aumentar la diferencia y aniquilar a su clásico rival. Sin embargo, el portero Dalsasso tuvo una gran jornada e impidió el grito de gol en 3 ocasiones.

Santiago Wanderers con su victoria armó una fiesta en el puerto de Valparaíso. Los caturros no caen con Everton desde el año 2006 y aquello es un motivo de mucho orgullo. El partido más importante del semestre en la quinta región tuvo un triunfador claro, que a costa de mucha entrega y coraje mantuvo su paternidad histórica ante su clásico enemigo. Como dicen en el fútbol, mañana la marraqueta en el cerro Los Placeres será más grande y el té más dulce.
Crack del partido: Carlos Muñoz
Bosta del partido: Nicolás Freitas

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