La semana negra de Colo Colo

La semana negra de Colo Colo

La derrota de la semana pasada de Colo Colo ante Ñublense en Chillán, marcó un precedente: las cosas venían mal y aquel fue el último partido de Barticciotto en la banca del cacique. Anteriormente, el estratega había separado del plantel a 3 jugadores por motivos desconocidos, en lo que fue el primer indicio de que no todo estaba tranquilo en el camarín albo.

La prensa especulaba y los hinchas pedían la cabeza del DT por los malos resultados. Sin embargo, todas estas extrañas situaciones escondían un gran secreto: los jugadores le hacían la cama al "Barti".

El jueves por la noche, el otrora cantante renunció a la banca del cacique, generando un gran golpe noticioso. Toda la prensa se sorprendió con la noticia y el medio futbolístico comenzó a hacer una vigilia para esperar que el trasandino diera su versión de los hechos al otro día.

Todo fue así. Los hinchas interrumpieron la práctica e increparon a los jugadores, por lo que Gabriel Ruiz-Tagle debió dar explicaciones. El presidente albo fue enfático al señalar que "se hizo todo lo posible para que Barticciotto se quedara en la banca, pero la renuncia fue indeclinable". Tras esa polémica jornada en Pedreros, el ex técnico de la U de Conce dio una conferencia de prensa en donde explicó el por qué de su salida. "Nosotros como cuerpo técnico no podemos permitir ni convivir, con situaciones que han pasado en los últimos días y que van en contra de nuestra ética profesional y en contra de nuestros valores como personas", señaló el estratega en su partida.

A pesar que las declaraciones no fueron tan directas como se esperaban, era evidente que Barticciotto dejaba la banca alba por problemas internos. Esos problemas tenían directa relación con los jugadores cortados, pues como se dice en la jerga futbolera, le estaban "haciendo la cama".

Barticciotto dejó la grande


Marcelo Pablo esperó renunciar a Colo Colo para descargar su furia. En una entrevista realizada por 24 horas, lanzó todos sus dardos en contra de los jugadores culpables de su salida.

Gonzalo Jara, Miguel Riffo, Rodrigo Meléndez y Arturo Sanhueza fueron quienes cometieron esos actos "antí éticos" que señaló el argentino nacionazalido en la conferencia de prensa. Los culpó de llegar con alcohol a los entrenamientos o de beber después de un partido. También, acusó la falsa de compromiso y el sentirse ganadores. "No nos preocupemos, porque si llegamos a los Play Off somos campeones", fue una de las frases que desató la furia del "Barti" tras una derrota alba.

Sin lugar a dudas, aca hubo un hecho grave. No basta con decir si Barticciotto fue un buen o mal técnico, el tema es que dentro de Colo Colo hay jugadores que se creen superiores al resto y no aceptan órdenes. Está bien que dentro de un plantel existan líderes, pero esos caudillos deben ser referentes positivos y no dar un mal ejemplo con sus actos.

La hinchada los idolotraba por la cantidad de éxitos que le dieron a la institución o por el amor a la camiseta que decían tener. Sin embargo, fueron ustedes mismos quienes se clavaron su propia tumba y posiblemente el simpatizante albo jamás perdone lo que hicieron. Muchachos, la camiseta es lo primero. No importa si el técnico es bueno o malo, ustedes son profesionales y deben demostrarlo en la cancha. La hinchada los elevó a la gloria y, con "cabronerías", ustedes no retribuirán ese cariño.

"Hacerle la cama" al técnico lamentablemente está de moda. Ya pasó el año pasado con Jorge Garcés en Unión Española y hoy con Colo Colo. Los futbolistas ya no juegan para el equipo, ya no aceptan presiones de los técnicos y dan muestras graves de su falta de profesionalismo. El fútbol es profesional, no hay que acusar al técnico de "estricto" para esconder las malas conductas.

Futbolistas chilenos, es hora de terminar con estos comportamientos de niñito de colegio. Me resulta estúpido que esto sólo suceda en el fútbol y no en otra profesión. Ya me imagino a los ejecutivos bancarios queriendo echar al gerente o a los obreros queriendo expulsar a un ingeniero. En los equipos manda el DT y, sea como sea, hay que obedecerlo. ¿Entendieron Dioses del camarín albo?