Chile 1-1 EEUU: Capdeville gana partido épico y le da vida a Chile
Más de 4 horas debió luchar sobre la arcilla del Court Central del Estadio Nacional Paul Capdeville, para vencer al norteamericano John Isner. La primera raqueta nacional dejó la vida en la cancha y se impuso por parciales de 6-7, 6-7, 7-6, 7-6 y 6-4 a la segunda raqueta estadounidense. La serie quedó igualada a 1 y se cumplió el primer objetivo: alargar el match copero hasta el domingo.Pocos le tenían fe a Paul Capdeville en este partido. Los hinchas lo trataban de arrugón, la prensa no confiaba en sus capacidades y las redes sociales se llenaban de insultos hacia el actual número 1 de Chile. Prueba de ello es que en el Court Central del Estadio Nacional había 4 mil personas presenciando el duelo de Nicolás Massú, pero una vez que aquel match terminó, gran parte de la hinchada abandonó el coliseo.
Sin embargo, Paul Capdeville sabía que hoy podía romper la historia y todas las malas vibras que lo rodeaban. Desde un inicio el tenista de Vitacura se mostró confiado, suelto y muy seguro de sus capacidades. En la primera manga no cedió su servicio y el set se definió en el tie break. En el desempate, John Isner se llevó el parcial por 7-5.
El nacional no se desmotivó y continuó exhibiendo el buen tenis de la primera manga. Capdeville no cedía su servicio y apostaba por variar su saque constamentemente para complicar al americano. Por su parte, John Isner no daba tregua con su saque y continuaba metiendo muchos aces. El duelo se jugaba principalmente en los saques de ambos jugadores, puesto que había muy poco juego de fondo. Sin embargo, cada vez que se jugaba un rally, Paul era quien se llevaba los puntos.
John Isner estuvo 3 a 4 abajo y tuvo 3 break points en contra, pero Paul Capdeville no pudo quebrar. La cuenta se mantuvo equiparada hasta que llegaron al tiebreak. El norteamericano no aflojó en el desempate y se llevó la manga por 7-6 (2).
El despertar de Paul
A pesar de ir perdiendo en el marcador, en el ambiente estaba la sensación de que se podía. Capdeville no jugaba mal y no cedía su servicio, puesto que sólo era derrotado en los tie break. La tercera manga no fue la excepción, puesto que el juego se mantuvo equiparado y nuevamente llegaron al desempate. Sin embargo, en esta instancia el nacional se jugó todas sus chances y con un espectacular paralelo desde el piso, superó la resistencia del norteamericano y se llevó el desempate por 7-4.
El cuarto set fue infartante. El momento clave llegó en el séptimo game, puesto que Paul tuvo triple break point en contra y los terminó salvando. El nacional gritó con todo cada punto e instó a la hinchada para que lo apoyara. El cansancio de ambos jugadores era evidente, el chileno ganó muchos puntos haciendo uso de la garra y elementos extratenísticos, puesto que muchas veces las piernas no respondían. En eso, el pupilo de Horacio De La Peña utilizó una vieja estrategia para tener tiempo de descansar: llamó al trainer.
Nuevamente se fueron al tie break, el cuarto del partido, y en esta instancia Paul Capdeville puso todo aquello que la hinchada siempre le reprocha. El nacional sacó a relucir una garra impensada y sacó fuerzas de flaqueza para llevarse el parcial por 7-5 en el desempate. Isner no terminó bien físicamente el set y aquello daba esperanzas de cara a la disputa del último parcial.
En el set definitivo, Isner se evidenció my mal físicamente. El norteamericano lograba desplazarse a duras penas, pero aún así era un hueso duro de roer. Capdeville entendió que la estrategia consistía en no aflojar, en mantener la firmeza en su primer servicio y en tratar de mover lo máximo posible al rival, para impedir que lanzara winners. A pesar de la adversidad, el 31 del mundo mantenía su buen nivel en los primeros saques e incluso se daba el lujo de arrojar varios aces.
En el noveno game se desató la locura. Capdeville con mucho esfuerzo logró el rompimiento de saque y se puso 5-4 arriba con su servicio. Llegó el momento en que la hinchada alentó con todo al nacional, puesto que una proeza estaba muy cerca. Nicolás Massú y Fernando González también le entregaron su apoyo a Paul, puesto a que estaba a sólo 4 puntos de hacer historia.
Después de tanta lucha llegó el momento del triunfo y Paul no lo dejó escapar. Con autoridad el chileno mantuvo el control de los puntos con su saque y selló la victoria con un 6-4 en el quinto set. El abrazo entre Capdeville y Gildemeister selló la victoria nacional, que dejó el marcador 1 a 1 el primer día de competencia.
Hoy Paul Capdeville se graduó de grande. El nacional demostró que puede ser una alternativa válida en Copa Davis, ya que a punta de garra, esfuerzo y lucha le tapó la boca a muchos que lo daban por muerte. El 165 del mundo demostró que no existen distancias imposibles en el tenis y este viernes escribió su capítulo épico en la historia del tenis nacional. Mañana Aguilar y Massú juegan el dobles, por lo que sólo queda esperar que las buenas noticias continúen. Que así sea.
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