El verdadero cambio de Piñera

El verdadero cambio de Piñera

Diariamente Sebastián Piñera y sus secuaces hablan estupideces en los medios de comunicación. Abusando de la ignorancia de millones de chilenos, el empresario emite discursos sin contenido, donde prima la utilización del concepto "cambio".

Que él es la renovación de la política (con 60 años de edad ¬¬), que su eventual gobierno (¡Dios nos pille confesados!) será el de la unidad, que creará un millón de empleos dignos y éticos (¡ epa!) y que seleccionará los mejores libros para quitarle los impuestos, son parte de la demagogia utilizada por este siniestro personaje de nuestra historia. Sin embargo, este discurso de cuarta, lleno de populismos, también tiene su relación con el fútbol.

A 12 días de la elección presidencial, Revista Cracks comienza con este especial informativo, dedicado a generar conciencia en los votantes. Sebastián Piñera no es la blanca paloma que se esconde tras esa sínica sonrisa. Hay muchos aspectos que el chileno común no sabe y en estos 12 capítulos los expondremos en detalle.

Piñera y el fútbol, capítulo 1

Siempre fue un secreto a voces que Sebastián Piñera era hincha de la Universidad Católica. Se lo veía a menudo en San Carlos de Apoquindo apoyando al "club de sus amores" con mucho entusiasmo. En un programa llamado Sangre Cruzada que emitió el CDF, el derechista reveló que desde niño siempre iba al estadio a ver a la UC junto a su padre.

Hasta ahí nada es malo, al contrario todo es normal. Sin embargo, en el año 2002 estalló la quiebra en Colo Colo que produjo un caos económico en el club más importante del país. La situación se volvió tan compleja que en el 2004 surgió la idea de convertir al cacique en una sociedad anónima.

Todos sabemos que Colo Colo es el club más popular del país, por lo que era una buena iniciativa que los hinchas pudiesen comprar acciones de su propio equipo. Todo parecía un lindo final feliz, pues los mismos simpatizantes se convertían en dueños del cacique y administraban las finanzas.
Sin embargo, las manos sucias llegaron con mayor fuerza al fútbol y Sebastián Piñera aprovechó la instancia para seguir lucrando.

Por ese entonces, Piñera competía por llegar a La Moneda contra Joaquín Lavín y Michelle Bachellet. Por lo que este cruzado de "corazón" tuvo una genial idea para ganar popularidad a costa de la gente descerebrada: comprar parte de las acciones de Colo Colo. Si lo pensamos seriamente la idea políticamente hablando es buenísima: buenos refuerzos, títulos, inversión a costa de votos. Un negocio redondo.

Continuará...