4 de julio de 2009

La gloria se define en Santa Laura

60 mil personas llegaron al Estadio Nacional para presenciar un partido que prometía. Universidad de Chile y Unión Española se enfrentaban por la final del Torneo de Apertura, en un encuentro de pronóstico reservado, pues ambos elencos finalizaron en el segundo y primer lugar respectivamente de la tabla de posiciones de la fase regular.

La semana estuvo cargada de declaraciones y de odiosas estadísticas, sin embargo en la cancha todo quedó atrás. Los hispanos dominaron el primer lapso y se fueron en ventaja gracias al gol de Mario Aravena. En la segunda etapa creció la U y logró la paridad. Los azules bien pudieron lograr la victoria, pero Unión se cerró bien en defensa y logró un empate que lo deja con la primera chance de gritar campeón este martes en Santa Laura.

Primer Tiempo cargado al Rojo

Ambos equipos se mostraron tensos al inicio del partido. Unión cometía errores torpes en la salida, mientras que Universidad de Chile era incapaz de manejar las acciones jugando de local.

Sin embargo, los hispanos lograron imponer sus términos antes de los 15 minutos y se acercaron al arco de Pinto. Estévez comenzó a transformarse en figura y, cada vez que tocaba el balón, a la U no le quedaba más remedio que derribarlo para evitar el peligro inminente en su arco.

Así las cosas, Unión Española logró abrir la cuenta a los 20 minutos. El volante azúl Marco Estrada intentó salir jugando, sin embargo Rodolfo Madrid le arrebató el balón. La pelota dio un extraño rebote y llegó a los pies de Estévez, quién envió un centro perfecto a Gustavo Canales. El atacante argentino piboteó para la aparición de Mario Aravena, quién sacó una volea enorme que venció a Miguel Pinto. Los hinchas hispanos saltaban de alegría, pues se estaba logrando una importante victoria en el Nacional.

Los siguientes minutos del primer tiempo mantuvieron la misma tónica: Unión dominando el partido ampliamente y Universidad de Chile aguantando en su propio arco. Estévez era el factor determinante, mientras que Villagra se mostraba muy sólido en medioterreno. Con una ventaja de 1 a 0, los hispanos se fueron al descanso.

El gran horror de Limenza

La U tras el descanso ingresó a la cancha con otra disposición. Al parecer, el café estuvo cargado en el entre tiempo, pues se observó a un Montillo más comprometido con el equipo. Aquello sin dudas marcó diferencias.

A pesar de la mejora universitaria, Unión Española no bajó los brazos y también generó ocasiones de peligro. Sin embargo, "Firulais" Contreras impidió el festejo hispano, tras un centro de Estévez que dejó sólo a Gustavo Canales.

Con el ingreso de Cuevas por Seymour, Universidad de Chile encontró la manija del partido. Pero no fue precisamente por la inclusión de "Pipino", sino más bien por la señal ofensiva que Markarián le transmitió desde el banco a sus dirigidos.

Con esta disposición ofensiva, el gol no tardó en llegar. A los 64 minutos, un centro que parecía inofensivo de Walter Montillo, terminó por clavar un puñal en lo más profundo del corazón hispano. Cristián Limenza salió a cortar un centro simple, pero cometió un error garrafal que le permitió a Emilio Hernández marcar la igualdad, completamente sólo ante la portería.

Con la conversión despertó la numerosa hinchada de la U, quienes ahora alentaban con más fuerza a su equipo. Los minutos finales fueron muy favorables a los universitarios, quienes pudieron obtener una importante ventaja de cara a la final de vuelta. Sin embargo, el conjunto local se encontró con un hombre que anduvo soberbio en la marca y que no dejó pasar a ningún atacante chuncho. Hablamos de Sebastián Miranda, jugador que hoy demostró por qué es el capitán y referente de la Unión Española.

El pitazo final del juez Carlos Chandía indicó que la U y Unión no se sacaron ventajas y el nuevo campeón del fútbol chileno se definirá en el estadio Santa Laura. La jornada elevó a la categoría de héroes a jugadores como Raúl Estévez y Sebastián Miranda en los hispanos, mientras que a Walter Montillo en los azules. Por su parte, el villano del encuentro fue Cristián Limenza, un arquero acostumbrado a tener muy buenas actuaciones, pero que hoy cometió un error que puede costar caro.

Si los rojos salen campeones, será recordado como una simple anécdota; pero si pierden la final, todos juzgarán el accionar del portero guaraní. Lo de hoy no fue un error, sino que un horror. Pero como bien dice un viejo axioma, son sólo cosas del fútbol.

Crack del partido: Raúl Estevez
Mención Honrosa: Sebastián Miranda
Bosta del partido: Cristián Limenza
Premio Cero Aporte: Ángel Rojas


Los goles del partido puedes verlos aquí.

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