2 de noviembre de 2008

Más negro que auri

Tristeza, decepción y amargura, es demasiado poco para definir el sentimiento de los hinchas de Fernandez Vial. Es que los penquistas habían obtenido un gran resultado en la fecha anterior, ganando 3-0 como foresteros, por lo que tenían la primera chance de mantenerse en segunda división.

Para lograr este objetivo sólo debían ganar o, al menos, empatar para llegar a un partido de definición. Pero en esa maldita tarde de domingo, un 2 de noviembre del 2008, no sucedió lo uno ni lo otro y el almirante se marcha hacia la tercera división. Se acaban años de historias y sacrificios, para volver a los potreros, allá donde el fútbol ya no es profesional.

Todo marchaba bien

El primer tiempo era perfecto para Fernández Vial. El estadio estaba lleno de banderas aurinegras, se apreciaba el enorme apoyo de su hinchada e incluso de los fanáticos de Huachipato, quienes en todo momento alentaban al equipo de la región del Bío Bío.

A pesar de un comienzo dubitativo, Fernández Vial tomó la manija del partido a partir del minuto 20. Óscar Reyes, atacante vialino, era la figura del partido y a través de su velocidad y habilidad, se abría espacios en la sólida defende caturra. Y así llegó la apertura de la cuenta. Transcurrían 41 minutos del lapso inicial, cuando Jhonatan Figueroa aprovechó un momento de relajo en la zaga wanderina y definió de gran forma para vencer a David Reyes.

El estadio se venía abajo y no era para menos. Con ese marcador, el cuadro ferroviario se salvaba del descenso a la tercera división.

Dos minutos que cambiaron la historia


Durante el segundo lapso, Fernández Vial parecía dominar las acciones. El balón lo hacía circular en medio terreno y todo indicaba que continuarían siendo los más absolutos dominadores del encuentro. Pero todo ese control no se traducía en goles, pues sus atacantes eran incapaces de introducir el balón en el arco rival.


A los 60 minutos comenzó el desastre para Fernández Vial. En aquel instante, ingresó a la cancha Braulio Brizuela y le cambió la cara al partido. El joven atacante paraguayo puso su velocidad y talento en el medioterreno, provocando daño en el primer balón que tocó. El guaraní agarró el balón en la mitad y emprendió una corrida endemoniada que terminó con Joel Soto igualando las acciones. 1 a 1 estaba el marcador entre ferroviarios y caturros.


El empate ya era un mal resultado, debido a que Copiapó se imponía a San Marcos en el norte. Sin embargo, lo que vino inmediatamente después fue nefasto. Tan solo 3 minutos más tarde, Brizuela inicia una gran jugada que termina con Alfaro marcando el 2 a 1 para Wanderers. Los vialinos aún no se reponían de la igualdad, cuando recibieron este balde de agua fría.


Los aurinegros intentaron una reacción, pero no pudieron hacer nada. Es que quedaron helados tras los dos goles de Wanderers en tan poco tiempo. Este, es quizás el resultado más triste en la historia de Fernandez Vial. Un equipo lleno de sacrificios, pero que esta vez no pudo con todo a su favor. Un triste final de 2008 para los penquistas, quienes seguirán el 2009 una vida llena de lucha y garra. Claro, desde la tercera división del fútbol chileno.



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